Trasgresor por naturaleza, Leopoldo Balbuena, cura católico en el lecho de muerte, cuenta su vida que transcurre en la Argentina de los últimos cuarenta años.En la narración, el personaje alterna historias, en las cuáles la espiritualidad y el realismo se conjugan armónicamente prevaleciendo el ser por sobre el deber. Lo auténtico por sobre lo impuesto. El humanismo por sobre la hipocresía, desvirtuando, con hechos concretos, la supuesta y anacrónica incompatibilidad entre la vocación religiosa y el amor por una mujer.De loco, egoísta, chanta y vago, lo calificaron sus detractores. De genio, bonachón y carismático místico sus seguidores. La novela se desarrolla en forma atemporal entre romances, viajes a cárceles, exorcismos, rituales mágicos, terapias alternativas, debates teologales y diálogos con el papa Francisco. La búsqueda del sentido de la vida y la trascendencia del alma aparece como motor indispensable de sus acciones cotidianas.