Escribiendo mi destino es la obra que relata la historia de Naiara, y es la descripción de su proceso de crecimiento espiritual.
El amor a su padre, el dolor por su pérdida, el odio —siempre inadecuado—, el sexo, la droga, el delito y el fin.
Así como un atleta es el producto de una serie de ejercicios físicos importantes, del compromiso con el esfuerzo —el gimnasio, por ejemplo—, una persona desarrollada espiritualmente crece en su nivel de conciencia con esfuerzos espirituales.
Cuando esto sucede por elección, suele llamarse camino. Pero no fue este el caso de Naiara, cuyos sufrimientos del alma fueron determinados más allá de su decisión consciente, hasta el punto en que decidió abandonar la vida.
Somos un puñado de tierra que ha llegado a la conciencia, pero existen distintos niveles en este estado. Naiara logrará purificar su espíritu y acceder a un alto nivel de conciencia.