En 1930 Uriburu después del Dr. Yrigoyen, Argentina comenzó a transitar un camino de desintegración con gobiernos inspirados en Perón, de corte populista, en donde el imperio de la ley estuvo siempre sujetado al servicio de programas de ascendencia colectiva, llegándose a aceptar a los líderes de la II Guerra Mundial, Hitler y  Mussolini, situación que se desenvolvió hasta una semana después de conocida la derrota Nazi.
La única excepción fue liderada por Frondizi, quien habiendo llegado a un acuerdo con Perón, fue traicionado por el exiliado en Madrid, habiéndose producido el derrocamiento de Frondizi y la terminación del plan de explotación de los recursos geológicos de la plataforma continental por E.E.U.U.
El peronismo fue siempre un movimiento que utilizaba la función pública como herramienta para enriquecerse, con negocios y con el Estado. Pero Néstor y Cristina, fueron unos adictos de la utilización del Estado, hacia 1915, con el ascenso del Pro y, bajo Mauricio Macri, quien lo expuso al pueblo de la República y el estado desastroso de la herencia populista, y confió en las economías del mundo, revertir el estado calamitoso de la gobernanza Cristinista.
En su programa de rescate, Macri pudo convenir con el Fondo Económico Internacional un proyecto destinado a convertir Argentina en un País de economía, basada en el desarrollo sustentable.
El autor Juan Bautista Cincunegui, es un convencido de que debe proseguirse con el programa diagramado, y estudia la historia Argentina, bajo el nuevo paradigma.