“Desde esta ventana también se puede: salir al balcón, caminar por la cornisa o saltar al vacío, saltar a la ventana de enfrente, a la terraza del edificio que está más abajo o simplemente saltar en una caída libre donde se verán las ventanas como agujeros negros donde la vida pasa en un instante”.
Las estaciones, son paradas, lugares donde coinciden momentos y personas en una misma dimensión de tiempo, que pueden ser contados por los sentimientos o por la indiferencia, por la calidez o la frialdad, pero momentos de encuentro al fin. Luego el tren de la vida llevará a cada uno por otros lugares, por otras estaciones, o será el final del viaje. De esos encuentros trata este libro, de estaciones, vistas desde la ventana particular del alma.