Así como en una semilla se concentra el potencial de la flor, la sombra, el fruto y la esperanza, del mismo modo se concentra en este libro, la luz, la incertidumbre, el amor, el tiempo, en fin; la vida misma, y es esta vida la que con su mágico e incierto acontecer nos interpela con desafíos cotidianos, con paradojas existenciales, con realidades incomprensibles.
En este libro que lleva por título “Poemas para vivir con dolores inevitables” su autor, Gervasio Eguiazu, nos entrega una generosa selección de poemas, los cuales al igual que un puñado de semillas, germinarán, echarán raíces, florecerán y darán sus frutos en el alma y en el corazón de cada uno de los lectores, porque la palabra contiene ese poder transformador cuando se hace poesía, cuando se hace canto, luz, vivencia lírica… La poesía tiene esa propiedad de transformarnos a los seres humanos, ella nos eleva, nos sensibiliza, nos transporta hacia otros sitios de ensueño, nos proyecta hacia las zonas más recónditas del recuerdo, pero por sobre todo, sabemos que la poesía nos redime, nos purifica de todo aquello que vive acechándonos, limitándonos, o acotándonos en nuestras ansias de vuelo; en otras palabras, la poesía es sinónimo de libertad sublime, espacio de creación, punto de partida hacia otro devenir inexplorado.