Un monumento de piedra tallada, una fuente de agua para pájaros, Londres y Guillermo Enrique Hudson se conjugan en una olvidada, o ignota, figura: Rima. Las nuevas generaciones, comprometidas con las causas ecológicas y de igualdad, acaso la desconocen. Baluarte de la protección ambiental y del cuidado animal, este personaje de Mansiones verdes es mujer. Y su sensibilidad y fortaleza la llevan a enfrentarse, según el estudio de Marisa Iriarte, a convertirse en ecoheroína, según las pautas teóricas analizadas por esta autora y licenciada en Lengua Inglesa.
Su tesis, en un trabajo arduo y erudito, aborda diversas problemáticas: el medioambiente, el cuidado del agua y la naturaleza toda, el patriarcado, el capitalismo; el papel de la mujer en la actualidad, los incendios forestales, Greta Thunberg y los grandes críticos y maravillosas pensadoras contemporáneas. Pero también, con agudeza, la teorizadora hunde las raíces en el pasado de la literatura y de la Argentina, para rescatar y poner de relieve a la reconocida figura del escritor quilmeño. Visionario, apasionado, autodidacta, “naturalista de campo” – como lo define Marisa Iriarte –, es admirado en Inglaterra y su gran personaje, su ecoheroína Rima, fue llevado al cine y la TV. Sin embargo, no es William Henry tan considerado en su Quilmes de la infancia.
La figura heroica de Rima, que abraza su acaso trágico destino apoteótico, es abordada con rigor, y también con alma, pasión y poesía, por esta estudiosa que, épicamente, nos pone frente a la dicotomía olvido-muerte-Buenos Aires/ memoria-inmortalidad-Londres. De eso se trata: las tres cualidades del alma: entendimiento, voluntad y memoria. Y el vuelo, al fin.