El silencio del vacío emocional incorpora hilos narrativos donde se entreteje lo técnico y teórico científico con la profundidad de las emociones tantas veces incomprendidas.
Porque sentimos lo que sentimos y el silencio a gritos que provoca el vacío emocional fueron adoptados como faros guías que pudieran transmitir al lector la ambivalencia del consuelo al entender su dolor y, a la vez, motivarlos a enfrentar los desafíos que el destino depara.
El concepto de comprender la Angustia desde diferentes miradas, tales como,
Filosóficas, Psicoanalíticas y Psiquiátricas nos invita a reflexionar sobre nuestras propias experiencias entendiendo que cuando sentimos ese silencio del vacío interior no somos los primeros y, seguramente tampoco, los últimos en experimentarlos.
Como se explica en el prólogo, quizá la lectura de este libro les permita sumergirse en los incógnitos laberintos de la mente humana y la magia de las palabras los ayude a transportarse a lugares de mejor disfrute, pese al dolor que tanta veces nos abruma.
En el transcurso de la lectura descubrimos que El silencio del vacío emocional no es un fenómeno aislado, sino un eco de las heridas emocionales y las pérdidas que hemos sufrido. Nos enfrentamos a la realidad de que el dolor y el sufrimiento son parte inherente de la condición humana y, en ocasiones, nos vemos atrapados en un ciclo de tristeza y desesperanza.
“Aunque la noche sea oscura el amanecer siempre trae consigo la promesa de un nuevo día”.