Conocí a Marcela Pietrokovsky una tarde de verano poco antes de la Nochebuena de 2007 en Balzac, una librería de la avenida Cabildo. Quería regalarme un libro por las fiestas y entonces, cerca de la puerta, recostada en una mesa y rodeada de gente importante (Susan Sontag, Fernando Savater, la enigmática Ursula K. Gun, el mismísimo Jorge Luis Borges) descubrí su Terapia a través del canto, un camino de crecimiento personal. Más tarde, por razones de trabajo pude conocerla personalmente.Marcela es un duende tierno y divertido que a los cuatro años, en el Collegium Musicum de Libertad y Libertador (una coincidencia curiosa), en Buenos Aires, hizo un descubrimiento extraordinario: que en todo ser humano se esconde el milagro de poder cantar. Sin embargo, ya como maestra de canto, pudo comprobar que un temor extraño disfrazado de mil maneras, miedo a expresarse, a la gente, a no saber respirar correctamente, etcétera, etcétera, frustraba a los seres humanos y los obligaba a callar. Entonces, se comprometió a sí misma a liberarlos de ese temor incierto narrándoles historias sanadoras, a ratos mágicas, que ella vivió, y que siempre concluyen con un camino a seguir para superar el miedo a cantar. O ayudándolos a descubrirse a sí mismos en la poesía, en las letras de las canciones. Senderos posibles que son el tema de de su nuevo libro El secreto de tu canto, aunque la ocurrente imaginación de Marcela Pietrokovsky puede inventar muchos más. Luis Aubele – Periodista.