Final de la calle es un nuevo conjunto de poemas de Juan Emmanuel Ponce de León en que, ya laureado, nos propone un imaginario viaje, en cuya geografía se recorre una gran región, aquí se destacan, principalmente, dos provincias: Entre Ríos y San Luis. Pese al desarraigo que supone el desplazamiento por tan vasto territorio (Obertura al destierro), nos conduce por una calle (ambiguamente sin final) donde se advierten diversos escenarios, recuerdos de indudable belleza y esplendorosa vegetación (Árboles en la memoria) en los cuales, más allá de cierta melancolía, aparecen en dicho recorrido: la mujer, Dios, el amor, la ternura, la muerte y variadas remembranzas (Cuadernos para una memoria). Y así, entre logrados pasajes idílicos, nos nombra: personas, acciones, estados, en los que, entre otros, reconocemos verdaderas evocaciones de situaciones acontecidas en la realidad, como la desaparición física de un casi centenario sacerdote entrerriano (2011), o distintos hechos que conmovieron particularmente a los puntanos, como el caso de Guadalupe Di Falco (2010) o la tragedia de las seis niñas extinguidas en un accidente ferrovial en la localidad de Zanjitas (2011). Todo es sensible y delicadamente poetizado por Ponce de León, mediante una prosa sencilla, refinada, carente de oportunismos o grandilocuencias efectistas; aunque no exenta de un sentimiento bello, conmovedor, una expresión contemporánea, natural y contundente.El poeta, ya afianzado en sí mismo, sabe de la memoria universal y trascendente, más allá de cualquier destierro, por eso se nombra árbol, por lo tanto portador de una sabia esencial; -aspecto que confirmamos- eso se percibe y subyace como en esos algarrobos seculares, que habitan tanto el suelo entrerriano como el puntano. Para celebrar: este Final de... es, quizás, sólo el comienzo de nuevas ... calle(s), otras rutas a recorrer, que hacen a los extensos e intrincados caminos de la Poesía y la Literatura, los que esperamos siga transitando y revelando nuestro apreciable escritor.Marcelo José Vázquez