El relato comienza en Jerusalén, con la crucifixión, muerte y resurrección de Cristo, que será también (queda librado a la imaginación del lector) la muerte y resurrección de su testigo y cronista, GERSON BAR GERSON, personaje mítico, que en cierta forma representa a la humanidad, como él, envuelta en sus mismas dudas existenciales, como él, buscando la luz que señale y de sentido al camino.