Para quién conoce la Patagonia, su gente, su clima, sus paisajes; Lagos y montañas, los bosques de pehuén, calafates, coigües y coirón, este relato de Guillermo Beorlegui, no lo podrá dejar indiferente. Asociado su cuento con el “Martin Fierro” –muchas veces citado en el transcurso de sus líneas– nos conmueve hasta la médula y vemos en sus páginas, amores y desamores; encuentros y desencuentros, sueños hechos trizas y sueños que se hacen realidad.Y para quienes no conocen dichos parajes, su historia, la epopeya de sus colonos –amos y peones, estancieros poderosos, mujeres del pueblo, muchachas de burdel– no podrán sustraerse a la impronta de sus personajes.La idiosincrasia del pueblo mapuche, es en esta historia confrontada en todos sus aspectos éticos, étnicos, morales y existenciales.El viento incesante, el frío, la nieve, el silencio en la soledad infinita del hombre de campo, sus recuerdos, sus grandes compañeros como lo fueron su perro y su caballo, los animales autóctonos, el canto de las aves, ríos y arroyos son descritos con magistral realismo por el autor. Un libro que nos hace ser más humanos, más sencillos, y ver que la Vida, con su fuerza omnipotente mueve a los hombres en pos de su destino.Sin lugar a dudas, estamos frente a un relato histórico que nos remonta a un pasado cercano en las vivencias de sus personajes.Jaime GarinSantiago de Chile, Octubre de 2005.