Daniel Gatica recorre en esta obra detalles puntuales de la vida del Cacique ranquel Panguitruz Guor o Gner quien fue conocido entre los blancos como Mariano Rosas, usando dos fuentes de documentación, las que ya han sido usadas por otros autores para justificar el genocidio de la nación ranquel y otros documentos que aún se mantienen en distintos archivos de la zona de influencia de este cacique. Trata sobre sus relaciones con el gobierno y con otros caciques del momento. Da cuenta de la situación política relacionada con su nación y con los gobernantes y militares argentinos. Documenta el constante pedido de paz para su pueblo resistiendo la declinación al derecho a la tierra que se les exigía. A causa del prestigio obtenido como jefe General de los Ranqueles, Mariano Rosas es visitado por Lucio V. Mansilla y respetado por los gobiernos provinciales.Esta obra da cuenta detalladamente de todas las gestiones que Mariano realizó para alcanzar la paz. Mediante los Tratados prepara a su pueblo para integrarse a la nación argentina después de Caseros, por lo que sus hombres participaron en todas las batallas y revoluciones internas de la república en formación. La profanación de su sepultura y el genocidio de su pueblo han merecido un tratamiento especial en esta obra.El autor brinda en el anexo elementos que pueden ayudar para continuar la investigación de los temas tratados y una experiencia personal al visitar el monumento en que actualmente se encuentra reposando el cráneo de Paguitruz Guor- Mariano Rosas.La obra en general ayuda a reflexionar sobre la cuenta pendiente que el Estado Argentino tiene con los descendientes de aquella nación ranquel para construir juntos un futuro mejor, reparando los errores del pasado.•