Cuando aquella mañana del 26 de mayo del año 1810, ingresaron a la Sala Capitular del Cabildo de Buenos Aires las nueve personas integrantes de la Junta Gubernativa Provisional que había sido elegida el día anterior; sabían que sobre sus hombros, prestigio y patriotismo, la patria en ciernes depositaba sus anhelos, esperanzas e incierto destino. Ardua por cierto era la tarea que la hora les demandaba, nada más ni nada menos se enfrentaban con la génesis de un país en que todo estaba por hacerse. En el presente libro su autor propone al lector el recorrer el puente que une los seis primeros años de la existencia de nuestra Nación a partir de su génesis institucional aquel 25 de Mayo de 1810 que fue solidificándose hasta dar sus frutos un 9 de Julio de 1816.La presente obra nos presenta, a lo largo de los seis años de nuestra propia historia, una idea construcción sistemática y constante que tiene anclajes en un extremo constituido por la base inicial de la Revolución de Mayo y que se orienta indefectiblemente hacia la otra orilla cuyo apoyo final será la Declaración de la Independencia, quedando conformado entonces un puente que une dos acontecimientos que superan largamente lo histórico ya que la síntesis de aquellos implicó nada más y menos que la conformación de un País. En el devenir y transitar de los seis años del Puente de los Bicentenarios, el autor analiza entre otros aspectos importantes: las cuatro formas diferentes de gobierno que los criollos adoptaron;las primeras normas legales; la organización territorial; la conformación de los ejércitos; las campañas militares, combates y batallas; la creación de los símbolos patrios; las diferentes instituciones y la lucha por las ideas.A la par, se refleja en esta obra el análisis de los principales protagonistas de esos seis años, y en sí,su participación en el tendido del Puente de los Bicentenarios reflejado en la visión, generosidad, desinterés personal y patriotismo de aquellas mujeres y hombres que nos precedieron.Se invita al lector a recorrer el Puente de los Bicentenarios y de esta forma rendir un sencillo pero profundo homenaje en los primeros doscientos años de la declaración de nuestra independencia.