Porteño hasta la médula, amante de las pasiones bien populares –el fútbol, el boxeo, el turf, el tango– Hugo Basilotta nos invita a meternos en su vida a través de recuerdos y anécdotas imperdibles en este libro contado en primera persona, en donde no faltan anécdotas llenas de intimidad, capaces de despertar más de una polémica.
De vendedor de casas prefabricadas a titular de alfajores Guaymallén. De “jugador de potrero” –como le gusta autodefinirse– a Tokio, junto a su amado Vélez Sarsfield. Y de hincha del boxeo a ser el hombre detrás de un campeón como El Chino Maidana: aquella noche, cuando Maidana se comió un alfajor Guaymallén frente las cámaras de Showtime, luego de haber hecho tremenda pelea ante Floyd Mayweather, ya está en la historia.
De Tito Lectoure a Gerardo Sofovich, pasando por Osvaldo Pugliese, Julio Grondona o José Luis Chilavert, las anécdotas de Basilotta nos hacen disfrutar de una vida llena de aventuras, viajes, momentos personales muy difíciles e instantes llenos de gloria para el deporte argentino.
Este hombre –que ha viajado más de treinta veces a Las Vegas y que ha estado en el rincón de campeones mundiales como Látigo Coggi–, es también, aunque a él le cueste reconocerlo, un “Self made man”, siempre agradecido a la vida.
Un empresario exitoso que se fue construyendo a sí mismo, amparado en una esposa-compañera-novia desde el primer día y una familia sin fisuras.
Podría decirse que cualquiera de nosotros, en algún momento de su vida, disfrutó un Guaymallén. Y que se lo compró uno a sus hijos, camino de la escuela. Esa imagen, la del padre o madre tomando a la de su hijo rumbo al colegio, con ese alfajor como parte del momento, es también parte de este libro, puesto que es la historia de cómo se hizo y se hace un producto que es sinónimo de familia.
Sus encuentros con presidentes, sus desventuras en un interminable viaje a San Remo, Italia –desventuras contadas con humor y picardía– y sus vivencias junto a Tito Lectoure, son apenas una parte de este libro. Un libro en el que la familia es principal protagonista.
Pero hay más, porque Hugo Basilotta, detrás de su habano y su amor por el fútbol y el boxeo es, ante todo, un padre protector, que sin darse cuenta y con palabras sencillas y llegadoras, nos deja un consejo en cada línea de este libro apasionante.