Pienso que la poesía es un camino hacia el conocimiento de uno mismo y un puente hacia los otros. Un camino de espejos, en el que mi mirada de mujer oscila entre la inocencia y el escepticismo, aunque siempre priva en ella la fe y la pasión. La poesía es además un camino de liberación del propio ser y de resistencia frente a los vaivenes del mundo.