Amores raros es el resultado lastimoso de las búsquedas agónicas por amar. Emilio Barraud llega a la gran ciudad luego de armar una familia en su pueblo natal. La gran urbe, con sus anonimatos, sus ofertas sexuales, su libertad nocturna, le ofrece cinco días a la semana para recuperar el tiempo que ha perdido como resultado de su personalidad introvertida. Un excluido crónico de los escenarios en donde se festeja la vida, el deseo, la posibilidad de las mujeres; cierto brillo del ego. Comienza su descenso por laberintos de excitación, fantasías y mujeres pagas, sin darse cuenta que busca al mismo tiempo –incluso en los peores antros– un amor que le ofrezca esa plenitud que toda su vida debió contemplar marginalmente. Esa combinación de desespero con ingenuidad, no puede dar otro resultado que el encuentro con sus amores raros. Su padrino Humberto es la otra voz de la novela. Una voz guiadora, afectiva, realista, que debe contrarrestar el gran despropósito de Emilio, el desorden compulsivo por las mujeres y el romance oblicuo. “Dancygier insiste una vez más y clava su pluma en lo más profundo del ser humano. No es sólo su exquisita prosa, por momentos irónica y precisa, lo que hace que esta obra sea formidable, sino la profundidad de su visión sobre la psicología, el deseo y la tentación. Ante los ojos de Dancygier, lo cotidiano deja de serlo y puede terminar en el laberinto del ser. Una obra que no da respiro”.Fernando Oz (Trabajó en el diario PERFIL y actualmentees periodista del diario Ámbito Financiero)