En este libro hallarás el análisis geopolítico de los principales acontecimientos que marcaron los casi cien años que distan entre fines de la Primera Guerra Mundial y la actualidad. No están todos, porque por su extensión superaría las pocas más de 300 páginas de esta obra. Tampoco era ese el propósito de este trabajo, sino el de destacar y comentar aquéllos que tienen directa e íntima relación con el objetivo de este ensayo, el que en apretada síntesis se expone en el título de la obra.En esa “extensa” centuria, entre breves momentos de paz y largos períodos de guerras, globales, regionales o locales a una a extensiones menores, hallamos un inusitado reverdecer de la cultura, como ocurre en las primaveras de aquellos lugares de intenso frío; de la ciencia, tanto en los períodos de paz como de guerra. Las necesidades bélicas imponen la urgencia, de innovar con destacados inventos, útiles en tiempos de guerra y muy valiosos en tiempos de paz –en cuanto al desarrollo de la riqueza hemos sido testigos de su extraordinaria vertiginosidad, tanto en los países que participaron directamente en el conflicto, como en aquellos que no lo hicieron. Una verdadera revolución de creación de bienes y de riquezas caracterizó esos aciagos años. Se aniquilaron ciudades, industrias, grandes obras ingenieriles, caminos, cosechas, etc. Pero como ocurre con las tierras arrasadas por grandes incendios, su fruto fue luego mayor en cantidad y calidad. Sus pueblos heridos en el alma y en el cuerpo reaccionaron con una sorprendente rapidez que motivó el uso del califacativo “milagros”, para definir su acelerada reacción, pongamos por caso los ejemplos más destacados de Japón, Alemania, Vietnam, China, etc. Pero a su vez esos conflictos, y aún los periodos de relativa paz que los precedieron o antecedieron, se han caracterizado por una inusitada violencia y crueldad. Surgió el arma más mortífera y destructiva que haya inventado el hombre, al lograr la fisión del átomo, se esclavizó, torturó, se usó al ser humano como conejillo de indias, se lo envenenó con gases y armas químicas, se los degolló a cuchillo frente a las cámaras de TV, a machetazos en las guerras tribales de África, hambrunas, violaciones de mujeres como arma de guerra, etc. El gran historiador Toynbee calificó a esta era como el “siglo del pacifico”, por concentrar la mayor parte del ecúmene, de la industria (el taller del mundo), por su extraordinaria actividad exportadora, por su riqueza, por albergar a las mayores potencias, etc.El mundo camina, sin embargo, por el borde del abismo, en los prolegómenos de una Tercera y temida Guerra Mundial.