Carlos Bonfiglio pertenece a esa raza de hombres que ofrece su corazón al escuchar; habla con voz suave, de palabra breve y precisa, sin estridencia.
Esos hombres íntegros que sueñan sueño colectivo y solidario, y miran a la misma altura de los ojos del otro.
He aquí este primer libro, origen de un camino que empezó a recorrer con asombro e inseguridad. Esa inseguridad de los verdaderos valientes que se arriesgan a saltar el abismo del miedo para llegar a la orilla del propio conocimiento.
Así se amasó este pan de palabras, con la virtud del rito de entrega a lo que se desconoce, pero secretamente anhelamos. Uno a uno, como gotas de un océano interior, cada texto es la cara de un prisma que revela – con pudor y coraje – su mundo particular, sensible, humanitario.
Con la veracidad que otorga lo sencillo, pero también con la fuerza de lo espontáneo, Carlos Bonfiglio nos deja entrar al umbral de su universo. Allí donde entona su música callada ese pájaro salvaje de los sueños que remonta, por amor, la primera vez del primer vuelo.
Y es grato acompañarlo.
María del Mar Estrella