Al igual que el Quijote, el autor sale de su pueblo natal para luchar en pos de lo bueno. En medio del inhóspito Paraguay, el pastor Federico Held acompaña a una pequeña comunidad evangélica en medio de un contexto mayoritariamente católico. Por eso tiene que hacerle frente a numerosos desafíos. Además de la pobreza, la superstición y la violencia naturalizada tiene que salir al encuentro de un enemigo poderoso: la Iglesia Católico Romana, cuyos representantes, llenos de desconfianza y envidia, ven en él a un gringo evangélico compitiendo por la feligresía.Pero no resulta tan fácil vencer a Fritz Held, que lejos de luchar en contra de fieles creyentes o ejemplares monjas se dedica a desenmascarar a los lobos cubiertos con piel de oveja. Las armas en contra de la estrechez de pensamiento, la injusticia, la hipocresía y la desmesura son la fe, la confianza en Dios y una buena dosis de humor. Un gaucho gringo de toda ley, que no gusta de ajustarse a las convenciones, pero se mantiene fiel a la receta de superar el mal con el bien.