Destacamos la existencia de una privilegiada área étnicamente china, que pese a sus diferencias ideológicas, mantiene fuertes lazos comerciales y de recíprocas inversiones que la han convertido en el corazón económico de Asia Oriental, en el Siglo del Pacífico. Su extraordinaria producción e inmensa actividad mercantil y financiera han hecho de este heterogéneo espacio político el núcleo de mayor dinamismo del Sudeste asiático. Aparte de su intrínseco valor, nos lleva a ocuparnos de ella la potencialidad de excelentes negocios para nuestro país y América Latina en general. De allí que pasemos revista pormenorizada de su producción vasta y variada y de su flaqueza endémica, su exuberante demografía y su progresiva demanda de recursos y bienes para mantener y acrecentar su producción industrial y atender su creciente demanda de alimentos. Ese privilegiado espacio está constituido por la ex colonia británica de Hong Kong, hoy integrada a la República Popular China, bajo un régimen especial (una nación, dos sistemas), la República China de Taiwán y las provincias de China continental colindantes con aquéllas . En el caso de la isla de Formosa o Taiwán separada del continente, por un brazo de mar, denominado estrecho de Taiwán, de unos 140 kms. de anchura, que fue frontera inexpugnable para los contactos humanos, pero no para las inversiones y transacciones comerciales, que tercerizadas por Hong Kong, pasan sin dificultad de una costa a la otra. No sólo fueron billetes y papeles comerciales, también hubo un fenómeno de relocalización de plantas industriales, que se trasladaron de la isla al continente para aprovechar la mano de obra abundante y de bajo costo salarial. Lo mismo aconteció con las industrias y factorías de Hong Kong, que en un porcentaje de alrededor del 90% emigraron a Cantón o a Guandong. El ex enclave británico fue y es puerta de entrada y de salida del enorme comercio chino. Es cuantiosa la actividad financiera que se desarrolla por tal motivo, en la denominada “Perla del Asia”, 70 de los 100 principales bancos del mundo tienen su sede allí. Además posee el puerto de contenedores más grande de Asia y uno de sus aeropuertos es el mayor del continente en cuanto a cargas transportadas. Esto pone claramente de manifiesto la importancia geopolítica y geoestratégica de ese pequeño territorio, de apenas 1040 km2, con una población de 7.112.888 (2014). Posee uno de los más altos PIB per cápita del planeta y una densidad poblacional rayana en los 7.000 habitantes por km2. Como puede apreciarse, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas, que distinguen a estos tres territorios, los gobiernos de cada uno de ellos han tenido la inteligencia de permitir, directa o indirectamente, el anchuroso torrente de inversiones, comercio e integración económica, que forjó, junto a las provincias adyacentes de China continental, el emporio de riqueza más grande de Asia Oriental.