Quienes se asomaron, con curiosidad y rápido interés, al primer tomo de “Hijos de la Guerra Civil - Exilio: arraigo o retorno”, y quedaron atrapados por la autobiografía-novela, que José Luis Pubul Martín propone; al finalizar el libro, rico en pensamiento y aventura, quedaron, invariablemente, con el deseo de continuar conociendo la historia de su protagonista. ¿Qué fue de la vida de aquel muchacho, aquel exiliado de la guerra civil española, que echó raíces en la Argentina, y comenzó a vivir aventuras y desventuras al dramático compás de nuestra impredecible historia?Ese interés hace que esta segunda parte sea tan bienvenida, al cumplir con la promesa de la inicial, de no dar respiro en la búsqueda de mostrar como el chico que se crió en permanente contradicción entre su casa y la calle; en los escenarios del fútbol, el tango, la política popular, con sus mitos y leyendas, se convierte en un hombre muy distinto a lo que pudo crear esa juvenil vida sin aparente rumbo.Si en el primer tomo José Luis era el pibe mezcla de la filosofía callejera de ese Buenos Aires “discepoliano”, y los “pícaros” del Siglo de Oro español, en esta segunda parte florece el hombre que avanza también entre la historia del país y la propia aventura.Una tónica del estilo de Pubul es no desaprovechar –sin abandonar las vivencias personales– los cambiantes momentos históricos, como hicieran los protagonistas de los “Episodios nacionales” de Galdós. José Luis siempre está allí, testigo, pero de sangre caliente, sacando enseñanzas y conclusiones. No falta tampoco en la segunda entrega, lo más íntimo… y después de tantas aventuras juveniles llegará, al fin de esta crucial etapa, la gran mujer de su vida.Es este un segundo tomo, en el cual, como sucedía con el primero, deja plenamente abiertas las puertas a una tercera entrega final, que cumpla lo que el autor se prometió desde el principio: que su historia sedujera al lector, algo nada fácil de lograr, y que Pubul va consiguiendo con llamativa solvencia.