WINIFREDA mi infancia, es un homenaje del autor a sus padres, los familiares y amigos con quienes se tejió este tapiz de anécdotas y mojones.En estas páginas no hay remilgos. Con naturalidad y desenfado se valoran historias de vida, donde amor, trabajo y solidaridad fueron y son el leitmotiv.Cada pasaje nos propone reflexionar sobre nuestro pasado inmediato y a evaluar el presente de un país generoso, convulsionado y contradictorio. No podemos escapar a imitar la introspección que siguió Pablo Curino al desplegar esta pintura. La sinceridad con que comparte sus recuerdos nos convoca a revivir nuestras propias historias. Celebro este libro pasional, ameno y comprometido donde la vida fluye literariamente y se hace una con la palabra trabajada y bien dicha.