“Yo le agradezco a todo el mundo cuando dicen que fuiste el primero en hacer algo. Pero porque no es así: nadie fue primero. Siempre hubo antes que uno alguien. Porque de alguien uno aprendió lo que supo hacer”.Gregorio Edmundo Mancilla (Hotel Río Mitre, 1938), o simplemente “Nuno”, como le gusta que lo llamen, nos regala en “Mi burbuja ambiental” una gema pequeña, simple y valiosa como cualquiera de esas piedras pulidas que los niños recogen para atesorar en sus bolsillos, pero recubierta de un valor entrañable como todo aquello que nace (o se escribe) con el corazón. En ella, -su primera obra literaria del género autobiográfico- “Nuno” hace mucho más que volcar en papel los recuerdos de una infancia singular poblada por ventisqueros, montañas, bosques y un lago vasto como el universo mismo: recupera para la posteridad la verdadera esencia de aquellos pioneros olvidados –hombres y mujeres de coraje– que poblaron de hijos y de sueños, hace ya muchas décadas, las aisladas regiones situadas al pie de los hielos milenarios, al oeste de la comarca del Lago Argentino.Angel R. Serra