Vives Heredia vuelve a sorprendernos con una catarata de muy elaborados sonetos clásicos, modernos por su lenguaje y por sus temas, en ocasiones sorprendentes, como los referidos a una calavera, al obelisco de Buenos Aires, al sueño o a la muerte. Románticos como aquellos que evocan a la amada ausente, y a la nostalgia del pasado. Con inusitado sentido del humor como lo son sin duda “Bonjour ¿Comment ça va?” o “Amor en el ascensor” que asombran también por el asunto insólito del que sorpresivamente tratan.
A ello se añade el homenaje a quienes han sido amigos muy queridos y una variedad de temas donde no faltan los sonetos dedicados al deporte popular ni aquel que, imitando al Dante Alighieri, finaliza los catorce versos del soneto con un endecasílabo de un solo vocablo inventado.
Si a lo expuesto añadimos que el soneto es la forma poética que más dificultades presenta, por lo que ha sido llamado “la piedra de toque de todo buen poeta” y que hasta a Lope de Vega, que tantos compuso “lo puso en un aprieto”, convendremos en que este libro es una prueba más de que el soneto es una forma de componer aún vigente y agradable.
Por lo dicho, esta editorial aconseja la lectura de esta obra que tantos méritos posee.