El Camino de la Vida es una invitación a la propia transformación.Aquella que le abrirá las puertas a una plenitud espiritual y le permitirá ver y comprender la vida desde una nueva perspectiva para salir de esa supuesta “Zona de Comodidad”, que llegado cierto momento de nuestra vida se vuelve incómoda para nuestro ser, nuestro Yo verdadero. Intenté plasmar en éste libro la sabiduría recogida durante los veinte años de mi propio camino espiritual, recorriendo textos, charlas, talleres y especialmente vivencias que han quedado grabadas en lo más profundo de mi ser.Tuve el privilegio de aprender de grandes maestros, entre los que destaco especialmente a Carlos Menegazzo y Eugenio Carutti, quienes desde su enorme conocimiento de la psicología profunda, de la antropología y astrología, me transmitieron la riqueza e importancia del saber esotérico y hermético, que ha guardado y desarrollado la humanidad desde sus comienzos.Invito con su lectura, a todas las personas que quieran iniciarse en este conocimiento ancestral, con un lenguaje sencillo y desde una manera conceptual. En un formato de Manual de Apoyo, el libro sintetiza de manera simple, citando casos y ejemplos, para que todos éstos conceptos e ideas puedan ser llevados a la práctica en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.A través de éste texto, los lectores podrán ir incorporando una perspectiva diferente, a la que llamo “perspectiva energética”, y que significa mirar a la vida desde lo sutil, desde lo que no se capta a través de los sentidos físicos, por eso la llamo también perspectiva multisensorial.Aprender a mirar la vida desde una perspectiva energética requiere descubrir y entender primero nuestras propias energías. Y cuando lo vamos logrando, se produce lo inesperado. Lo que nos pasa, eso que llamamos nuestro destino, empieza a dejar de ser algo incierto y desconocido, convirtiéndose en algo que empezamos a reconocer como propio. Sentimos que nos pertenece, y nuestra vida empieza a cobrar un sentido profundo... empezamos a SER. Y así a ser los protagonistas de nuestra propia vida.Nuestra cultura, especialmente la occidental y cristiana, ha estado siempre muy identificada con el HACER y el TENER. Somos lo que HACEMOS o somos lo que TENEMOS, y así, vamos relegando la capacidad de SER lo que realmente SOMOS... dejando de lado nuestro máximo potencial, nuestro Poder Creativo, que está en nuestro SER ESENCIAL. En definitiva, nos olvidamos de ser felices.Considero entonces a El Camino de la Vida, como una propuesta para caminar hacia nuestra felicidad”.