Esta es una historia verídica, conmocionante y emocionante, vivida por gente que ahora habla, después de muchos años de silencio.
Los enfants caches, los niños escondidos de la segunda guerra mundial, hoy se atreven a contar sus memorias, por necesidad, pero por sobre todo para dejar testimonio de lo ocurrido.
Rosette Kleinmann Lissek, nació en Francia en 1940, como consecuencia de la guerra, transitó su infancia por Paris, Bruselas, Israel, Austria, Alemania, Paris, Bruselas, Bolivia y finalmente con 11 años de edad, llegó con su familia a la Argentina. Después de guardar silencio durante muchos años (la mayor parte de su vida), a sus 64 años, le llega casual (o causalmente) una nota periodística con relatos de vida de otros inmigrantes, y lee en uno de ellos, la historia de un señor que había nacido en el mismo año que ella, en el mismo hospital que ella y había emigrado desde Europa en el mismo barco con solo un año de diferencia... se contacta con él y a raíz de estos encuentros, nace en ella la necesidad de contar y descargar el peso que llevaba en su interior durante todo ese tiempo… lo que dio como resultado este, su libro, escrito por alguien que nunca se había dedicado a la escritura, y que es un relato que conmueve hasta la fibra más íntima del lector.