Théodore Pavie nació en Angers, Francia. Recorrió Europa, América, Oriente y, sobre todo, la India, donde estudió lengua y literatura sánscrita, una temática a la que se dedicaría como docente y traductor. Théodore llegó con veintiún años a Montevideo a comienzos de 1833. Entre enero y mayo estuvo en Buenos Aires. En junio hizo el camino hacia Córdoba y luego a Mendoza. En septiembre atravesó Los Andes nevados, en parte a pie, pasando así a Santiago de Chile, Valparaíso y Lima, para retornar finalmente a Francia en 1834. Su periplo sudamericano lo hizo por placer, sin motivos políticos, económicos o científicos.
“Agudo observador de tipos humanos y geografías que lo deslumbran, este aventurero nos deja un fresco de la vida de nuestra gente del siglo XIX. No solo escribe, sino que con un talento propio de su generación y de su formación, dibuja, pinta y retrata con ojo de poeta caminante esta América del Sur…” del Prólogo, La aventura como pedagogía, de Leonardo Killian.