Tobías nos enseña cómo goza y sufre un niño pre-púber, y al llevarnos a descubrir “sus mundos enigmáticos” nos muestra distintos escenarios donde se representan tramas de gran actualidad con las que el lector puede identificarse.
*Por lo general los niños pre-púberes tienen un sostenido e intenso interés en actividades específicas. Tienden de un modo germinal a desentrañar la concepción mágica de la naturaleza, y a comprender el significado metafórico de algunos símbolos complejos. Tienen afición por los secretos. Son personitas relativamente libres, listas para adoptar algunas decisiones por ellos mismos. Son investigadores, charlatanes y les encantan discutir. A medida que aumentan la comprensión de su realidad circundante, se hace más probable la proyección de ellos mismos en el mundo de la fantasía. Agudizan las críticas familiares cuando quieren asumir el rol de los adultos o tomar como modelos a otras personas diferentes de sus padres. La vida emocional presenta frecuentes picos de gran intensidad. En poco tiempo pueden ser víctimas de un ataque de cólera y manifestar afectos extremos: amor, odio, irritabilidad y susceptibilidad.