Jazmín del cielo es la primera obra de la autora en el género de poemas narrativos y cuyo fin es invitar al lector a repensar la realidad que nos rodea, las relaciones que establecemos con el otro. Desde las profundidades más oscuras podemos resurgir y alcanzar la luz de la esperanza, del amor, de la vida. En este sentido, siguiendo a Baruch Spinoza, el deseo es la esencia del hombre “y nosotros no amamos la vida porque sea buena o fácil, la amamos porque la deseamos y juzgamos que es buena para nosotros”. En efecto, el deseo de vivir, de amar, nos hace más humanos.
Pequeños detalles, objetos, mínimas situaciones pueden darle significados a nuestros sentimientos y una manera de lograrlo es a través de la palabra. De allí que la autora toma diferentes elementos de la vida cotidiana y los plasma abordando esa profunda emoción, el amor, con sus idas y vueltas, con sus múltiples vaivenes. A partir de una desilusión, una desesperanza, un vacío, siempre existe una nueva oportunidad, una nueva aventura, un nuevo deseo, un nuevo sueño, un nuevo amor.
Jazmín del cielo aglutina el aroma de la esperanza.