No son santas, no se las justifica, no se las trata de encasillar en buenas o malas, son mujeres que con sus acciones cambiaron el rumbo de la historia. Y esas acciones, de una forma u otra, siguen vigentes.
Desde la mujer que teorizó la enfermería, a la que salvó judíos de campos de concentración, a la actriz con más premios de la Academia, o a una escritora que animó a más mujeres a escribir. Marilyn, Sacajawea, Oprah, Michelle, Nellie o Marie, todas ellas tienen una historia que contar que nos importa -o debería ser así- porque es por ellas que el presente es como es.
Mujeres que rompieron con los estándares de sus épocas y abrieron caminos con sus desafíos que hoy marcan día a día nuestros pasos.
Solo basta con mirar o recorrer hechos decisivos ocurridos en distintos momentos y lugares del mundo, para hallar allí la presencia y la voz de una mujer encendiendo luces, enseñando que la mayor de las libertades es la capacidad de elegir y decidir, la que solo se puede alcanzar si se analiza, se reflexiona y se actúa.
Existieron y existen. Fueron y son cientos de miles. Trabajaron en las sombras. En medio de vientos y heladas. En desiertos y bajo soles ardientes. En guerras y epidemias. Anónimas la gran mayoría. Los registros de los libros apenas se ocupan de algunas. Este escrito hace hincapié sobre este tema volviendo el pensamiento y la mirada hacia ellas y cuando eso suceda…no dejemos que pase de largo…sino evaluemos y valoremos su hacer.