A mí me absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a condenar
la historia. ¿Preguntas? Preguntas tienen que contestar ustedes, no yo.
Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta de la Nación, al Tribunal Oral Federal 2 que la está juzgando por el negocio de la obra pública durante su gobierno.
Les salía más barato un sicario. No me mataron
porque ya lo hicieron con Nisman
Carlos Stornelli, fiscal de la Nación, al autor.
Una ex Presidenta que no aceptó perder las elecciones. El bautismo de la resistencia K y su objetivo de “tirarle un muerto” a Macri. De las toneladas de piedras al Congreso Nacional a las amenazas de bomba en escuelas y de muerte, al líder de Cambiemos. De la utilización política con los muertos a inventar un desaparecido. Del falso Lawfare a los “presos políticos”. Gasulla bucea en la génesis autoritaria y cínica de los Fernández y repasa el relato del kirchnerismo fuera del poder. Investiga cómo se orquestaron las operaciones mediáticas, las campañas sucias y el armado de causas judiciales para embarrar las denuncias contra Cristina Kirchner y sus funcionarios del Ministerio de Planificación. Tras analizar miles de fojas en expedientes judiciales, entrevistar a las víctimas y a sus victimarios, a los abogados “caranchos”, fiscales, jueces, amantes despechadas, buches, falsos espías y arrepentidos, el autor de “El negocio político de la obra pública” se introduce en el mecanismo del Operativo Puf. Resuelve el enigma de cómo se intentó voltear la Causa Cuadernos, la mafia de la Aduana, Ciccone, los negociados de Lázaro Báez, los bolsos de José López y hasta el millonario lavado de un secretario presidencial. Se mete en la mente de Marcelo D´alessio, un Raymond Reddington de cabotaje y se encuentra con el misterioso “Skeletor”. En “Érase una vez en Argentina”, se entierran los mitos cristinistas, las “fake news”, son desenmascaradas y las caretas; caídas. Como explica el autor, no se trata de un libro sobre relatos sino de hechos. Por primera vez, el gigantesco mecanismo de mentiras, cinismo y extorsión de Cristina Kirchner y su “Presidente testigo”, queda al descubierto.
