Soy paciente hasta que me cansan.
Soy prudente hasta que me agotan.
Lucho sin pausa hasta que me ahogan.
Soy perseverante hasta que me hieren.
Quiero sin medida hasta que me traicionan.
Soy leal hasta que me lastiman.
Soy luz hasta que me apagan.
Entonces grito y peleo contra mis miedos,
exigiendo retribución, justicia, amor o reconocimiento.
Y es ahí que muero al no recibir lo que merezco. Pero renazco con más fuerza y fe, escribo nuevas páginas y a las marchitas las dejo caer. Porque sé que al fin de cuentas, todo me hará crecer, porque mi seguro es mi verdad y mientras me sostenga en ella, nadie me va a quebrar. Porque amo mis nuevos comienzos y esta vida es para caminar. Porque nunca me voy a rendir, hasta tocar el amor real.