Los seres humanos habitamos espacios institucionales y organizaciones sociales que nos van constituyendo subjetivamente. En las comunidades de fe se gestan y reproducen los sistemas de creencias relacionados con la concepción de trascendencia y divinidad.
En este ensayo la autora se pregunta sobre los modos en que las iglesias y comunidades de fe dan respuesta a la diversidad e interpela sobre la responsabilidad institucional en la función subjetivante de los sujetos integrantes de esa comunidad. ¿Cuáles son las barreras discursivas y simbólicas que dejan afuera al diferente? ¿qué implicancias tienen esas barreras en las vidas de las personas que representan minorías dentro de la comunidad de fe? ¿Qué herramientas teológicas, éticas, filosóficas y políticas tiene la comunidad para tramitar y resolver las tensiones propias de la época? ¿Se puede “incluir” lo que siempre estuvo adentro?
La inclusión en las comunidades de fe. ¿es un desafío o una paradoja?