“Cuando Álvaro recibe la noticia del secuestro de su superior, no se imagina que la tarea del rescate le será tan ardua y el camino tan tortuoso. Se ve envuelto de inmediato en las miserias de una sociedad que él no termina de comprender; y que lo ciñe en sus redes convulsivas haciéndolo caer rápidamente en las trampas de personajes oscuros, contradictorios y fríos. Algunos de los cuales ocuparán por completo sus pensamientos hasta hacerle perder el rumbo. La sociedad que descubre lo oprime de tal manera que, muy a pesar suyo, le diluye las fronteras de la realidad y la coherencia hasta dar por tierra, en definitiva, con todos sus planes y argumentos cuidadosamente pensados.”