Dado que todo el tiempo se encontraba transmitiendo sus enseñanzas, Jesús fue reconocido por sus contemporáneos fundamentalmente como maestro. Pero, como todo buen docente, el Hijo de Dios enseñó no solamente mediante lo que expuso, sino también a través de lo que hizo. Debido a eso, de las cuarenta reflexiones devocionales que integran este libro, he dedicado la mitad a meditar sobre las enseñanzas que reconocemos en algunos de los acontecimientos en la vida de Jesús y la otra mitad a reflexionar sobre algunas de las enseñanzas que Él presentó en esa recopilación llamada “el Sermón del Monte”, y que figura en el Evangelio según Mateo. Es así como, en estos tiempos tan llenos de desafíos, espero que Jesús, como el Maestro por excelencia, que vino a dejarnos el mensaje definitivo de parte de Dios, te enseñe a vivir en distintas áreas de tu existencia. Tanto al vencer las tentaciones como al servir. Tanto al mantener convicciones espirituales como al lograr la felicidad. Tanto al amar al prójimo como al dedicarte a la oración. Y hasta al tener una visión espiritual de lo material. Para lograrlo, la obra se encuentra dividida en ocho semanas, cada una de las cuales consta de cinco devocionales.