Yo soy un judío argentino-canadiense, no soy israelí, no soy sionista, ¡soy agnóstico y bisexual, linda descripción!
Entonces, de mí los sionistas dirán que soy un antisemita y los religiosos, que no soy un verdadero judío.
Soy un judío naif, romántico, inmoral e idealista, que ha contravenido todas las reglas bien establecidas de una sociedad de derecha o de izquierda.
Es por eso que emprendo la tarea de contar mi vida, escandalosa, llena de errores, la de un gozador anónimo.
En un mundo que tiene necesidad de verdad de manera urgente, yo sé que existe un público deseoso de leer melodramas crujientes y falsamente verídicos.
Desde ese punto de vista, este relato puede darme el dinero que tanto me falta o, en el peor de los casos, la celebridad.