En la época en que se relata la vida de los protagonistas, Italia estaba gobernada por Mussolini, después la invadió Alemania y, posteriormente, los Aliados: Norteamérica, Inglaterra, Francia y otros.
Mussolini era un político, un dirigente muy particular, la gran mayoría del pueblo lo apoyaba incondicionalmente y el resto, también muy numeroso, estaba en el polo opuesto, lo aborrecía. Máxime que, en esa época, el país soportaba las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, que había impuesto una gran carga sobre Italia, que sobre todo recaía en el pueblo, que sufría desocupación, pobreza y hambre.
En este libro trato de relatar la verdadera vida de los italianos de esa época, encarnada en un personaje ficticio. De reflejar la realidad de la vida y la forma como actuaron los distintos personajes, pueblos, civiles y militares que tuvieron relación con el protagonista de la obra. Basándome en hechos documentados, los fui hilvanado, aplicando en otros la lógica.
Las personas, por comodidad o por intereses creados, quieren que no se estudie la faz económica y social de la historia o que se olviden los aspectos socioeconómicos: no tienen memoria histórica inmediata ni mediata. Esto es siempre un grave peligro. Significa que se repiten sucesos y experiencias anteriores sin que nos demos cuenta, muchas veces con funestos resultados. Máxime si al olvido se suma que se ha borrado o tergiversado parte del pasado. Si el pasado no es reconocido y asumido desde la objetividad y racionalidad y si no es integrado al presente, nunca habrá madurez y equilibrio. Dicha memoria servirá para no cometer los mismos errores.
Asimismo, me he tomado la libertad de castellanizar el idioma original, para que los lectores puedan entender lo hablado y no tengan que utilizar ningún sistema de traducción para interpretarlo.
No debemos comparar el consumo de comidas con mucha grasa, bebidas alcohólicas y drogas actuales con las que se utilizaban en esos años. Los daños que dichas sustancias causan hoy día son más perjudiciales que en esos momentos. Es por una sencilla razón: ellos tenían un promedio de vida de cuarenta años. Entonces, las consecuencias de dichas enfermedades no alcanzaban a manifestarse con la gravedad y masividad de hoy, en que el promedio de vida alcanza los setenta y cinco u ochenta años. Hoy debemos sufrir las consecuencias por décadas y morir por ellas.
A los fines de adecuarnos a los gustos o preferencias del lector, el libro está dividido en cinco partes:
I: Mi vida y la de mi pueblo en Amatrice, Italia. II: Mi vida durante el gobierno de Mussolini. III: Mi vida en Balcarce, Prov. Buenos Aires. IV: Entradas, comidas y postres de Italia. Apéndice.
