Esta novela entrecruza la realidad con la fantasía, lo palpable con lo exotérico. Para aquellas personas que sospechan que sus vivencias y sus amores, sus aciertos y errores son guiados, de alguna manera, por un hado inexplicable e inapelable, como las aventuras vividas por estos dos amigos, Enrique Temple y Luis Silva, los dos de arraigadas costumbres, y ascendencia irlandesa, primero en el sur argentino, luego en Buenos Aires. Un hado que también marcó lo sucedido en el incierto y apasionado romance de Lidia Castle y Enrique Temple. Interrumpido en un momento, por un obstinado acosador de Lidia, para lograr su amor.