Dicen que los poetas
podemos hacer ciertos milagros,
torcer el dolor de los otros en el espinazo del nuestro,
encender la alegría con un poncho marrón de viento;
dicen que frotando las palabras en un papel
siempre algo sucede.
Será por eso
que hoy me confiaron reconstruir tu voz
desde este lado,
como si la vida fuera un hilo solo
que nunca se corta.