Corren tiempos en donde la posmodernidad amenaza con devorarlo todo y pareciera que triunfará, más los límites humanos son infranqueables e indudablemente en el futuro deberemos elegir ser humanos o no. Todo dependerá de nosotros y es aquí donde la poesía tomará un vuelo inesperado, devolviendo, junto con otras, los valores humanos arcaicos perdidos junto con todas sus riquezas cognitivas, que jubilosas, aguardan su momento.
Volvamos al papel, al tacto, al tierno beso y a la piel. Al contacto humano.
El libro es, sencillamente, la expresión pura de un individuo capaz de sentir el mundo, compromiso al que se invita al lector, como algo necesario para la comprensión de su entorno y su equilibrio con él.