Maxi Sarramone en este libro se empeña en mantenernos a flote. Tocando temas que nos pueden sumergir en aguas profundas, se esfuerza en salvarnos de la congoja que los temas que toca nos pueden causar. Parece Chaplinesco escribiendo. Nos muestra el dolor y al mismo tiempo nos abraza con su humor irónico. Nos sube a la balsa, donde sabiéndonos desgarrados por la condición humana, no nos deja navegando en aguas solitarias. Nos viene a buscar y nos lleva insistentemente hacia la orilla. Trata a sus personajes como a sus lectores, con piedad.
Diana Valiela,
Actriz, dramaturga, directora y docente de teatro
El teatro cuando está escrito con el cuerpo y desde el cuerpo interpela a la lectora/ lector/ espectadora/ espectador. Eso sucede con las obras de Maximiliano Sarramone. Sus textos provocan las ganas de tocar a los personajes, de intervenir y de ser parte de esa fiesta dionisiaca.
Se trata de una dramaturgia de actor que está construida desde la visión de un hacedor, de alguien que ofrece su cuerpo en escena. En sus piezas no son las palabras las que convocan al despliegue de acción por parte de unos cuerpos, sino que se vislumbran unos cuerpos atravesados por palabras.
Cecilia Propato
Dramaturga. Guionista. Directora de teatro y docente