Como platitos chinos retratos sueltos giran contando historias apasionadas, felices o entrecruzadas con la desdicha.
Retratos imaginarios atacados por síndromes inexplicables, humanos del más allá, bebés enseñando a sus padres y armas inexistentes ¿Son realmente imaginarios o son retazos de la misma vida que la imaginación y la escritura decodifican para un lector de relatos?
Con una risa visible incorporada en cada trazo, en cada diálogo, recalando en lo inefable, giran en un juego de retratos tiernos delante nuestro, haciendo equilibrio entre imaginación y experiencia.
En este, su segundo libro de cuentos, el autor retrata a cada personaje con pinturas llenas de acción y el color de lo sentido.