El sistema de bombeo mecánico se utilizó para producir petróleo por primera vez en 1859 en los Estados Unidos. En Argentina fue luego de que el 13 de diciembre de 1907 se perforara el primer pozo productor en Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut.
A medida que comenzaron a utilizarse bombas de diámetros más grandes e instaladas a profundidades mayores se evidenciaron complicaciones tales como dificultad en la detección de problemas operativos, inconvenientes en la determinación de los componentes apropiados para la aplicación, así como también incertidumbre en el análisis de las roturas del equipamiento involucrado. Esto motivó la aparición de instrumentos de mediciones físicas que ayudaron a resolver los problemas operativos durante la utilización del sistema de bombeo mecánico. Uno de estos instrumentos es el que se conoce con el nombre de Dinamómetro.
A partir del análisis de los gráficos dinamométricos modernos y de los datos recabados se podrán visualizar problemas operativos que requieren atención, como también podrá ayudar a la implementación de acciones correctivas y mejoras en pos de una mayor eficiencia del sistema o de un costo de elevación más bajo.
No siempre la visualización del problema es inmediata, y muchas veces no involucra a una sola causa. Tal vez la forma de las cartas dinamométricas sea intrincada como para efectuar un diagnóstico inmediato debido a la superposición de varios problemas, pero analizando los demás datos existentes, y/o comparando el dinamómetro reciente con otros históricos, y/o efectuando algunos simples cálculos se podrá concretar el diagnóstico del sistema bajo análisis.