¿Por qué escribí este libro?
Sobre los motivos por los cuales se escribe un libro podemos decir que son muchos. Son tantos que me atrevo a afirmar que se podría escribir todo un libro dedicado exclusivamente a tratar los diversos motivos por los cuales se escribe un libro.
Pues bien, respondiendo a mi pregunta debo decir que en mi caso sentí la necesidad, por así decir, de dar testimonio sobre lo que he vivido en mi carrera laboral durante 40 largos años. Esos 40 años se repartieron en dos etapas: la primera, de 3 años, tuvo lugar en un instituto científico de la provincia de Buenos Aires, y la segunda, de 37 años, tuvo lugar en el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial).
Toda mi carrera laboral la he desarrollado con una intensa dedicación, desde el primer día hasta el último.
En la primera etapa, siendo Licenciado en Física por la Universidad Nacional de La Plata, trabajé como becario en un instituto de la localidad de San Miguel, provincia de Buenos Aires. Gracias a la beca pude realizar un Trabajo de Tesis Doctoral que fue aprobado en La Plata. Este libro hace foco en la extensa segunda etapa, desarrollada en el INTI, y más precisamente en el Laboratorio de Alta Tensión, cuya historia pretendo contar en una apretada síntesis. Antes de entrar en esta historia me gustaría agregar como dato curioso que este Laboratorio, quizás debido a su algo extraño aspecto, aparece en la película “Hombre mirando al sudeste”. Se trata de una película argentina de ciencia ficción y drama, de 1986, escrita y dirigida por Eliseo Subiela y protagonizada por Lorenzo Quinteros, Hugo Soto e Inés Vernengo. Contiene referencias a la novela de Adolfo Bioy Casares “La invención de Morel”. Con este film, Subiela se consolidó en la realización cinematográfica y el reconocimiento popular.
Se estrenó el 2 de Abril de 1987 y fue una película muy comentada.