Jacobo Garber llegó a Villa Angela en 1936, con trece años de edad. Al concurrir a la escuela debía en primer lugar aprender castellano. Aficionado al ajedrez y a la lectura, tomó nota de cosas que le sucedieron y de acontecimientos de este pueblo y su zona. De ahí su idea de que todos los que tengan interés conozcan a sus pioneros y los esfuerzos de estos para que hoy ya sea ciudad.