Mi historia en la Patagonia describe con ingenio las dificultades y desafíos que afrontó el autor para establecerse en la Patagonia de los años cuarenta. Desde la primera infancia en Buenos Aires hasta las vicisitudes de la vida en el sur, su existencia se ve delineada por un contexto de lazos afectivos que comprometen emocionalmente al protagonista.Soy porteño y nací en una familia con medios económicos y apellidos ilustres. A edad temprana, la separación de mis padres me convirtió en discriminado social hasta que, a los veinte años, harto de Buenos Aires y de mi parentela, decidí refugiarme en la Patagonia, donde recuperé mi vida.El protagonista llegó a San Carlos de Bariloche con la representación de algunas firmas, atendió un boliche de ramos generales a la entrada de una mina de carbón, se empleó en los aserraderos de Traful, aprendió a trabajar la madera, se convirtió en constructor, ejerció como maestro de escuela y trabajó su propia chacra en Lago Puelo, donde fue pionero en la explotación del lúpulo. Por último, se afincó en Bariloche luego de algunas estadías en Buenos Aires. Las referencias a diferentes aspectos de la realidad argentina aportan especial atractivo a la historia.