Al echar la vista atrás y recordar los pasados años de la guerra he decidido dejar por escrito mis vivencias en aquellos tiempos. Algunas cosas ya las he olvidado, muchas las he dejado de lado por considerar las intrascendentes. Me he esmerado en no disminuir la importancia de los acontecimientos, ni en encubrirlos. Tal vez no he encontrado siempre las palabras adecuadas, sin embargo, cuando recuerdo los muchos millones de víctimas que dejaron sus vidas en los campos de batalla, durante el levantamiento, en los campos de concentración, cámaras de gas y ghetos, entonces no tengo palabras lo suficientemente duras que me permitan expresar lo sucedido, tal como fue en realidad. Resolví escribir mis memorias para perpetuar en mí, y en quienes tal vez las lean, un categórico y amargo “RECUÉRDALO”. RECUÉRDALO, nunca más deberá pasar que un megalómano destruya el orden mundial. Todos deben hacerlo carne en sí mismos, para que nunca más suceda. Millones de caídos, millones de olvidados, millones de llevados a la muerte nos están pidiendo RECUÉRDALO, NUNCA MÁS.París, 1949.