Mi nombre es Antonio Fabián Andrade.
En la primera parte de esta obra, me definí con tres preguntas: ¿Quién he sido? ¿Quién soy? y ¿Quién pretendo ser?
Redoblo la apuesta y les hablo a mis congéneres, seamos comunidad. Seamos una comunidad de traidores al sistema patriarcal.
Anulemos el pacto de fraternidad machirula que nos conecta con otros heteros.
Hagamos memoria activa y diaria, problematicemos el machismo patriarcal y reflexionemos sobre cuáles son las posibilidades masculinas ante el nuevo escenario que el feminismo ha puesto en crisis, que no es otra que la de un “hombre nuevo”.
Nuevamente el viento de Micaela (y de todas las mujeres asesinadas) nos despeina, nos empuja, nos incomoda, nos molesta, porque “Micaela, viento es”.