César Federico Cavagnero incursiona en el ensayo filosófico con tenor espiritual en formato de poesía.Escribe de una forma concisa y sintética, ilustrando su experiencia de una manera Zen de ver la vida en una acuarela de matices existenciales.Cultor de un cinismo colorido, con mensajes edificantes, que rozan el nihilismo positivo.Una visión, de quien ha observado y vivenciado el mundo, desde los extremos de la dualidad subyacente en el mismo.