Entonces, poco a poco, comencé a ver las cosas que siempre habían estado, desde la infancia, alrededor mío; estaba “escarbando” hondo, muy profundo en las venas de mi identidad, en mi propia “gringuidad”. Ecos de voces, palabras, imágenes olvidadas, lugares, ambientes, personas, fueron brotando lentamente desde el magma de la memoria activa en la “pampa gringa” a orillas del Paraná. Y se fueron sumando otros lugares, otros paisajes que fui recopilando y conservando a lo largo de mi historia en la otra tierra: Monte Caseros, a orillas del Uruguay. Comencé a vislumbrar que las vivencias se encontraban, se fundían y comenzaban a sintetizarse en un significado identitario insospechado para mí. Y así fueron surgiendo estos relatos, que yo llamo relatos, porque son apenas sugerencias, muestrarios, superficies, puntas sueltas...No esperen, los que lean estas páginas, muestras de maestría literaria ni ideas extraordinarias. Es la materia de mi libro tan ordinaria y sin estridencias porque va brotando lenta y casi sorda, abriéndose camino entre la maraña de recuerdos, sensaciones, reminiscencias e imágenes fugaces. En estas páginas busco sólo la expresión y la explicación que le debo a mi ser.María Luisa FerrarisOtros títulos de la Colección Mujeres Piemontesas de Argentina: Los Motores de la Memoria. Las Piemontesas en Argentina, de Maddalena Tirabassi (2013) y Bajo el cielo argentino, de Nedda Perucchetti (2014), de Dictum Ediciones.